Cuando entras a un baño, la combinación de todos los elementos que hay en él hacen que te agrade o no. Antes, cuando sólo tenías que preocuparte por el material de esos sanitarios, no tenías mucho problema porque no había dónde elegir.
Ahora las cosas han cambiado y, uno de esos elementos, el lavabo, puede tener muchas formas de ser. La elección de un tipo u otro hará que se cree un aspecto diferente en toda la habitación. Pero, antes de nada, tendrás que saber los tipos de lavabo que te encontrarás en el mercado.
Tipos de lavabo
¿Qué tipo será tu lavabo ideal? Eso muchos dicen que es cuestión de amor a primera vista, aunque esto depende mucho. En general, la primera decisión a tomar es si vas a reformar todo el baño o bien a sustituir el que tienes por otro nuevo. ¿Por qué te decimos esto? Pues porque si es una reforma, tendrás más opción a que sea la pieza del lavabo la que te sirva de guía para el resto de elementos del baño, decorándolo a tu gusto; pero, si es sólo una sustitución, tendrás que basarte en la instalación actual y en los otros sanitarios.
En el mercado hay varios tipos de lavabo:
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Lavabos a la pared. Son lavabos que pueden ir en un pedestal, o en un semipedestal para ocultar la instalación. Ahora mismo están en desuso y poca gente opta por ellos.
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Lavabos en muebles. En este caso tienes dos opciones, aquellos donde el lavabo va dentro del mueble, y los que tienen el lavabo encima de la encimera del mueble (que son tendencia porque además le dan un toque estético). Este tipo de lavabos van mejor en baños principales o en el dormitorio principal, en caso de que tenga baño).
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Lavabos tipo bol. Son muy parecidos a los otros, que se instalan encima de la encimera. Eso sí, tienen formas redondeadas y altas y no son muy grandes pero sí requieren de un grifo más alto y que quede visible sólo la parte más alta del grifo. Si tienes baños pequeños y poco espacio, este tipo de lavabo podría ser tu solución.