¡Buenos días! Aprovechamos esta nueva entrada del blog para hablar sobre el uso del bidé. Sí, otro complemento más para nuestro baño moderno que en los últimos días está en el punto de mira de la sociedad al considerar la importancia de su papel o no para nuestro hogar. Aunque en las obras modernas, muchas veces se prescinde de él, no podemos negar que está presente en muchas casas para el aseo personal. Lo más importante es valorar si tenemos espacio suficiente para disponer de él y que no entorpezca el paso.
Adentrándonos en materia, queremos compartir junto a todos vosotros el significado del bidé: en francés es caballito, por la postura que una persona toma al usarlo. Sinceramente su uso está muy extendido en países como España, Portugal, Argentina, Grecia… Por su parte, la Real Academia Española lo define de la siguiente manera: “recipiente ovalado instalado en el cuarto de baño que recibe el agua de un grifo y que sirve para el aseo de las partes pudendas”.
En sus formas primigenias estaba colocado sobre un caballete y se usaba en el dormitorio. Algunas fuentes señalan que fue creado a finales del s. XVII por fabricantes de muebles franceses, como receptáculo de agua destinado a los jinetes doloridos. Pero parece que fue a principios del XVIII cuando se inventa el bidé moderno. Según el escritor Néstor Luján, fue mencionado por primera vez en 1710 en Francia, cuando madame de Prie recibió en audiencia al marqués de Argenson sentada en su bidé. Se anuncia comercialmente en París a partir de 1739. Y hacia 1770, cuando el mobiliario del baño empieza a adquirir cierta complejidad y la jofaina (antesala del lavabo) toma nuevas formas, el bidé ya aparece como un elemento más del baño.
Un elemento más del baño que es utilizado tanto por hombres, como por mujeres y niños de todas las edades al ofrecerle al usuario mayor limpieza de sus zonas íntimas que solo utilizar papel higiénico, sin mencionar la irritación que se ocasiona por tallar la piel con el papel. Desde Hogarissimo, queremos defender su instalación y uso por todas las ventajas que nos puede comportar en nuestra vida. ¿Qué tipo de ventajas? Por ejemplo, la prevención de infecciones comunes tales como: infecciones urinarias, cistits, vulvovaginits y candidiasis. Además, es un auxiliar para personas con hemorroides y, durante la menstruación y el embarazo.
Por lo tanto, el bidé es una invaluable ayuda en la higiene personal, que curiosamente está ganando gran popularidad entre las personas de la tercer edad y mujeres.