El baño es uno de los lugares de una casa en la que se dan más peligros. De hecho, cada año se informa de innumerables accidentes en esta estancia y, junto a la cocina, son dos lugares a tener muy en cuenta para evitar incidentes.
Esto no es sólo para los niños o los ancianos sino que, si no se tiene cuidado, hasta los adultos pueden sufrirlos y tener consecuencias, desde una pequeña lesión a problemas mayores.
Los accidentes en los baños
Dentro de los accidentes en los baños, los más habituales son los resbalones y caídas. El hecho de estar en una estancia donde hay agua y que ésta pueda caer al suelo haciéndonos resbalar suele darse mucho en los baños, se vaya a o no descalzo.
Prevenir que el agua caiga al suelo, evitar que se pase cuando esté mojado son algunas pautas a tener en cuenta para que no ocurran accidentes. En el caso de las bañeras con superficie lisa, una alfombra para tener más adherencia permite introducirse en ella de forma más segura y lo mismo aplica en el caso de la ducha.
También las llaves y elementos que sobresalen de las paredes (por ejemplo en la bañera o ducha, las barras de toallas, etc.) pueden provocarte golpes y moretones en los brazos, espalda, cabeza, etc. si no se está atento a ellos (o pueden ser un problema añadido a la hora de una caída).
Otro de los peligros de accidente a tener en cuenta es la electricidad. El agua y la electricidad no son buenos compañeros y utilizar aparatos cuando hay cerca líquido es muy peligroso. De hecho, se recomienda no acercarlos a la bañera o la ducha y colocar los enchufes lo más lejos posible de las salpicaduras de agua.