Algunos elementos en el baño parece que no son tan importantes en un principio sino más bien a un nivel decorativo y prescindible pero, en realidad, esos complementos tienen una gran importancia para lograr una decoración del baño personalizada, única y original porque, ¿has visto alguna vez una alfombra en el baño?
Las alfombras de baño
Tener una alfombra en el baño implica, no sólo un cuidado y mantenimiento para ella (ya que el agua, humedad y la suciedad pueden afectarle de manera negativa), sino también un cambio importante interiorista.
Es un elemento que no se utiliza mucho y, en caso de hacerlo, se restringe sólo a cuando nos vamos a duchar o bañar como una forma de tener algo donde apoyar los pies desnudos. Sin embargo, también puede utilizarse como decoración permanente en distintos puntos del baño y combinarlo con los otros accesorios.
Los expertos recomiendan tres tipos de alfombras de baño que son:
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Alfombras de tela. Cuando se le quiere dar un aire más colorido a la estancia y, sobre todo, diferente. Son alfombras fáciles de lavar y de mantener que no te darán apenas problemas.
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Alfombras de toalla. Ideal para darle un aire natural, más fresco y relacionado con la naturaleza. Un poco más difíciles de mantener porque suelen coger mucha suciedad (cabellos suelos, polvo, etc.) si no se tiene cuidado.
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Alfombras de madera. Para conseguir un toque rústico que le da calidez y hace que todo el baño se vea diferente. Ya sabes que la madera es un punto a favor para los baños más tropicales, relajantes, etc.
La elección de un tipo de alfombra u otro dependerá de la decoración o mensaje que se quiera transmitir con ella. Has de pensar en lo que más te gusta que combine con los elementos que ya tienes para escoger, no sólo la alfombra, sino también el diseño y color que vaya acorde con todo el conjunto.