Un calentador eléctrico tiene la misma función que un calentador normal con algunos beneficios como una temperatura constante en el agua o la posibilidad de tener más seguridad con el mismo. Funciona a través de una resistencia eléctrica que calienta el agua y la almacena en su interior sin que ésta baje.
Esto hace que puedas pensar: ¿Qué pasa cuando se gasta ese agua? Pues que necesita calentar más agua, de ahí que, dependiendo del uso que le des y de las personas que haya en el hogar, podrías necesitar un termo eléctrico u otro.
Elegir un calentador eléctrico
Si quieres comprarte un calentador eléctrico, lo mejor es que atiendas a las características del mismo que son:
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La capacidad que tenga. Como hemos dicho, el calentador guarda el agua a una temperatura constante. Suele tener una gran capacidad pero, si residís muchos en la casa y el agua caliente la usáis a la vez, o uno detrás de otro, sin permitir que recupere o tiempo para calentar el agua, saldrá fría. De ahí que haya que mirar la capacidad del termo según las personas y el uso que se le de.
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Tamaño. ¿Qué espacio tiene el lugar donde lo vas a colocar? Está bien elegir un calentador grande pero, ¿en un lugar donde realmente quepa? Debes ser consciente que el calentador necesita una zona donde poder colocarse, tanto si va en vertical como en horizontal.
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Calidad. Un calentador está formado por piezas. Sólo los calentadores que compres en tiendas especializadas, como Hogarissimo, podrá asegurarte la calidad de esas piezas, y del conjunto en general. En caso contrario puedes poner en peligro tu salud y seguridad. En este caso, presta atención a la resistencia, que puede ser blindada o cerámica envainada; aislamiento; y recubrimiento contra la cal para evitar que éste deje de funcionar.